martes, 9 de mayo de 2023

El ABC del periodismo: contrastar, contrastar y contrastar

No pretendo ser ningún gurú de nada, de hecho ni siquiera he estudiado Periodismo, sino su carrera hermana Publicidad y Relaciones Públicas, también de la rama de la comunicación. Sin embargo, hay cosas que son tan evidentes que no debería de hacer falta ni decirlas. Pero sí que hace falta. Y mucha. Se supone que la diferencia entre una información que sale en un medio de comunicación de la que pueda transmitir cualquier persona es que está debidamente confirmada y es veraz. Digo se supone, porque en realidad eso se está perdiendo. Si no es que se ha perdido ya. Es tan simple que debería de ser el ABC del periodismo, pero me temo que hoy ya se ha convertido en una práctica en desuso.

La proliferación de gran cantidad de medios de comunicación ha provocado una cerrazón de buena parte de protagonistas de la prensa deportiva. Esto ha generado una creciente uniformización de la información (todos los medios de comunicación cuentan más o menos lo mismo, la única diferencia reside en cómo lo cuentan), mayor dificultad para obtener noticias y, por extensión, que los periodistas cada vez se den por satisfechos con menos fuentes para dar veracidad y transmitir una información. 

Si en cualquier manual de periodismo se habla como mínimo de dos fuentes para trasladar una noticia con rigor, ahora muchos periodistas deportivos cuentan con frecuencia supuestas exclusivas con una única fuente, y, no contentos con ello, se vanaglorian. Luego, muy a menudo, la realidad les desmiente y encuentran excusas en cualquier factor externo. "Me han engañado", suelen clamar. Sí, te han engañado y tú te has dejado engañar al no contrastar.

El ridículo de Mbappé

El filtro se está perdiendo. Esto fue especialmente grotesco con la no llegada de Mbappé al Real Madrid el pasado verano. Toda la prensa deportiva española sin excepción daba por hecho el fichaje del crack francés por el club blanco. Incluso daban detalles de su presentación y de su nuevo contrato como madridista. Cuando se consumó su renovación por el Paris Saint Germain, alguno admitió que su única fuente era el Real Madrid, cuyo presidente estaba absolutamente convencido. 

Al parecer, la visión de una única parte en una operación, al menos, a dos bandas, les pareció suficiente. "Es una fuente, pero una fuente muy buena", vino a reconocer Juan Antonio Alcalá en alusión al presidente Florentino Pérez. No solo eso, sino que, ante las críticas fundadas de otros sectores del periodismo (por ejemplo Juan Pedro Valentín), se hacen los ofendidos y llaman a no reprochar nada a quien está haciendo su trabajo al pie del cañón aunque se la cuelen. No, los receptores de información tienen derecho a recibir información veraz. No lo digo yo, lo dice el artículo 20 de la Constitución (para algo había de servir opositar).

Mientras los periodistas deportivos se conformen con una única fuente, mientras no levanten el teléfono para contrastar noticias, mientras sigan publicando informaciones ante la imposibilidad de contrastar con una segunda fuente, seguiremos viendo noticias que no se cumplen, fichajes que finalmente no llegan  y supuestas exclusivas que al final quedan en nada. Eso sí, no os preocupéis: cuando acierten siempre dirán "Tal y como adelantó Fulanito en el medio X", pero cuando se equivoquen nunca rectificarán y siempre le echarán la culpa a los demás y no a que no han contrastado la información. Así es, y me temo que así seguirá siendo. No es tan difícil, es el ABC del periodismo: contrastar, contrastar y contrastar.

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