martes, 30 de mayo de 2023

Periodismo arbitral

Es bien sabido que a la prensa deportiva de este país lo que más le gusta es la polémica. La reflexión sopesada sobre el fútbol, sobre el juego, queda a menudo en un segundo (o tercer) plano eclipsada por la polémica o el debate artificial del día. Que si tal jugador provoca o le provocan, sacar punta a declaraciones de lo más normales, criticar o alabar en función de filias y fobias... pan de cada día. En ese terreno del barro uno de los elementos que más se suele juzgar es la labor arbitral. Pensadlo bien: después de cada partido, si ha ocurrido una jugada polémica, no se habla de cómo ha sido el partido, se habla de la decisión del árbitro.

No digo que no se tenga que hablar nunca de los arbitrajes, porque obviamente tienen su influencia en los resultados, pero una cosa es tratarlo y otra bien distinta elevarlo reiteradamente a punto central en el análisis de un partido. La prensa deportiva permanentemente está colocando en el foco al colectivo arbitral, añadiéndole más presión y dificultando su labor. No voy aquí a juzgar las actuaciones arbitrales ni los recurrentes problemas que genera la aplicación del VAR, pero el grado de ensañamiento del periodismo deportivo español con los arbitrajes es algo fuera de lo común. No se habla de fútbol, se habla de árbitros.

Evidentemente se puede criticar la labor arbitral, se equivocan al igual que jugadores, entrenadores, aficionados... Lo que no se puede es colocarles reiteradamente en el centro de la diana, utilizarles como excusa en caso de derrota, dudar de su honestidad o alentar teorías conspiranoicas. Por más que se equivoquen, los árbitros no pitan premeditadamente. De esto se duda y la prensa cae en estas prácticas demasiado a menudo. Periodismo arbitral del malo.

Luego vienen los debates recurrentes sobre a qué equipo benefician o perjudican más, si tal equipo se puede o no quejar... Debates que a los que llevamos unos años consumiendo información deportiva nos agotan. Siempre la misma matraca. No es bueno ni para los árbitros ni para los receptores de programas deportivos. No solo eso, sino que alimenta y legitima la protesta maleducada de los aficionados y cuestiona la honestidad de los colegiados.

Si el nivel de ruido ya era alto, el 'caso Negreira' ha servido para justificar la duda, para alentar la sospecha y la teoría de la conspiración. Algunos ven en él la explicación del 'Villarato', promovido por el diario As de Alfredo Relaño y el forofo blanco Tomás Roncero. Entre otras cosas, este engendro absurdo cuestionaba los triunfos de un Barça excepcional durante el mandato de Ángel María Villar en la Federación Española de Fútbol. 

Ejemplos

Ejemplos hay muchos y muy variados. Desde la infame portada de Marca allá por 2007 "Verdugo Turienzo", cuando el colegiado señaló dos penaltis a favor del Racing contra el Real Madrid. Quedó como leyenda urbana que lo había puesto en la diana, pero no, en todo caso era una diana metafórica, como bien explicó La Libreta de Van Gaal. El colegiado llegó a presentar una denuncia por recibir amenazas vía telefónica

Desde la prensa madridista se recuerda frecuentemente la actuación del noruego Ovrebo en un Chelsea-Barcelona de semifinales de Champions, donde se reclamaron 4 penaltis a favor de los blues, que culminó con el célebre Iniestazo y el Barça en la final. También el papel del alemán Deniz Aytekin en la remontada culé en el Camp Nou (6-1) contra el Paris Saint Germain. Aquello motivó una canción de Alfredo Duro en El Chiringuito. Sobran las palabras.

También hay ejemplos desde la órbita culé. "El robo del siglo", tituló Sport tras el controvertido penalti de Benatia a Lucas Vázquez que dio el pase al Real Madrid en Champions frente a la Juventus. Menos recordado, pero también de trazo grueso, fueron las reacciones de la prensa culé tras un Barça-Getafe de 2010 donde los azulgrana acabaron con 9. Así las recogía La Libreta de Van Gaal

Otro episodio muy sonado fue el caso San Antonio. Después de que Martínez Munuera señalara penalti de Lenglet a favor del Real Madrid en un Clásico en el Camp Nou, el avezado reportero de Sport y tertuliano de Radio Marca Iván San Antonio viajó a la localidad natal del colegiado para demostrar sus supuestas conexiones con el Real Madrid. Al parecer su padre había fundado la peña madridista del lugar, algo que después se demostró falso e incluso obligó a Sport a rectificar por petición del padre del colegiado. Una práctica muy profesional, sí señor. 

Así seguimos y seguiremos, pues el VAR no ha hecho nada que no sea acrecentar la confusión. La prensa deportiva debería dejar a un lado de una vez las suspicacias arbitrales. Pero la polémica y el periodismo arbitral les gustan demasiado.


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