domingo, 30 de julio de 2023

'Streamers' y periodistas deportivos

En los últimos tiempos han proliferado en Internet, redes sociales y plataformas como YouTube los llamados streamers e inluencers, con un éxito notable especialmente entre la audiencia más joven. Han conseguido crear comunidades con multitud de seguidores y, en bastantes casos, obtienen beneficios estratosféricos. El ejemplo más paradigmático es el de Ibai Llanos, tremendamente famoso en España. Esto ha abierto una batalla entre streamers y periodistas deportivos.

Aunque en principio no era su papel, su enorme repercusión les ha llevado en algunos casos a protagonizar eventos e incluso entrevistar (a su manera) a personajes de la vida pública, incluidos los deportistas. Sus entrevistas o encuentros con deportistas suelen ser más espontáneos, naturales, joviales y menos incómodos para sus invitados. No hay preguntas en búsqueda del titular. Es decir, los streamers hacen entretenimiento, no información.

No obstante, este acercamiento de las nuevas caras visibles de Internet a deportistas ha levantado recelos en muchos periodistas deportivos. Entienden que se están entrometiendo en su terreno y privándole de contar con l@s protagonistas. Ahora la prensa deportiva ya no tiene el monopolio de acceso a los deportistas, no solo eso, los deportistas pueden comunicarse con sus seguidores sin tener que recurrir a los medios de comunicación. Esa pérdida de influencia y de su papel de filtro entre protagonistas y receptores de información molesta a muchos periodistas deportivos. Ven a los streamers como una amenaza.

Juan Antonio Alcalá ya ha lanzado sus dardos sobre este colectivo en alguna ocasión: "No entiendo por qué en los directos de Twitch tiene que haber 30 palabras soeces y malsonantes", espetó a 'El Xokas', quien le reprendió: "No puede ser que rechaces tanto la evolución, no lo puedes hacer, porque entonces eres una flecha andante hacia lo anticuado y lo casposo". Reproches cruzados envenenados.

Messi, Ibai Llanos y Juanma Castaño

Cuando Messi se marchó al Paris Saint Germain, el único español que tuvo acceso no fue periodista, sino Ibai Llanos. La prensa deportiva española ardió en cólera, y en una entrevista de Juanma Castaño al streamer vasco saltaron chispas. "Decir que no lo entiendo no es juzgar nada. Es más bien mostrar mi ignorancia sobre todo lo relacionado con las nuevas plataformas. Se me escapa (...) Te juro por dios que yo en mi vida he rajado de ti, de lo que haces. He rajado de la posición en la que quedamos nosotros, no de lo que haces tú. Eso que quede clarísimo. Tú no tienes ninguna culpa, tú lo estás haciendo de puta madre", argumentó Juanma Castaño. 

Ibai no se achantó: "Hay periodistas deportivos que piensan que he venido a quitarles el trabajo, que he venido a tocarles los cojones. Desde luego esa no es mi intención, pero si me salen este tipo de oportunidades, como la de estar con Messi, no las voy a rechazar", respondió.  "Ha habido parte del periodismo deportivo que ha atacado mi trabajo, sin conocer, sólo porque le da rabia que logre cosas que él no ha podido", sentenció.

García entra al trapo

Recientemente, en la ronda de entrevistas que ofreció con motivo del estreno de su serie documental en Movistar, José María García contestó a David Broncano en "La Resistencia", que respetaba pero no admiraba a Ibai Llanos, porque "no era periodista". García reprochó al streamer "irse a casa de Messi y no hacerle ninguna pregunta que merezca la pena". Es que quizá el tipo de preguntas de contenido informativo o periodístico que según él merecen la pena no es lo que buscan Ibai Llanos y el resto de streamers, de ahí que se ganen más fácilmente la confianza de l@s protagonist@s.

En el diálogo posterior Broncano hace una reflexión con la que estoy bastante de acuerdo: "El problema no es de los streamers, es de los periodistas". Much@s deportistas de gran nivel evitan el contacto con l@s periodist@s, las entrevistas, ya sea porque les resulte pesado, por eludir asuntos incómodos o porque estén molestos porque han difundido noticias que no son reales. Pero eso es culpa de la prensa, y en buena medida de sus prácticas poco recomendables, no de los streamers. Los streamers, como mucho, les facilitan otra vía de contacto con sus seguidores, pero en este mundo de redes sociales tampoco la necesitan imperiosamente.

Como apunta este artículo de El Confidencial, l@s protagonistas se sienten más cómod@s con los streamers que con los periodistas. También menciona que LaLiga, hace ya más de dos años, contrató a streamers para narrar partidos y entrevistar a jugadores. No tengo una opinión tan clara respecto: entiendo que esa labor deberían hacerla periodist@s, pero en todo caso la responsabilidad sería de LaLiga y Tebas por contratarles y no de los streamers.

En resumen, así está la situación entre streamers y periodistas deportivos. Para unos los otros son una amenaza que viene a usurparles el trabajo, los otros sostienen diciendo que l@s deportistas les invitan y que eso no es su culpa. Su labor es diferente y la convivencia debería ser posible. Pero hay muchos periodistas deportivos de la vieja guardia que, a mi entender, no son conscientes de los nuevos tiempos y de las nuevas formas de comunicar. El problema, más bien, es suyo. ¿Vosotros cómo lo véis?


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