martes, 30 de mayo de 2023

Periodismo arbitral

Es bien sabido que a la prensa deportiva de este país lo que más le gusta es la polémica. La reflexión sopesada sobre el fútbol, sobre el juego, queda a menudo en un segundo (o tercer) plano eclipsada por la polémica o el debate artificial del día. Que si tal jugador provoca o le provocan, sacar punta a declaraciones de lo más normales, criticar o alabar en función de filias y fobias... pan de cada día. En ese terreno del barro uno de los elementos que más se suele juzgar es la labor arbitral. Pensadlo bien: después de cada partido, si ha ocurrido una jugada polémica, no se habla de cómo ha sido el partido, se habla de la decisión del árbitro.

No digo que no se tenga que hablar nunca de los arbitrajes, porque obviamente tienen su influencia en los resultados, pero una cosa es tratarlo y otra bien distinta elevarlo reiteradamente a punto central en el análisis de un partido. La prensa deportiva permanentemente está colocando en el foco al colectivo arbitral, añadiéndole más presión y dificultando su labor. No voy aquí a juzgar las actuaciones arbitrales ni los recurrentes problemas que genera la aplicación del VAR, pero el grado de ensañamiento del periodismo deportivo español con los arbitrajes es algo fuera de lo común. No se habla de fútbol, se habla de árbitros.

Evidentemente se puede criticar la labor arbitral, se equivocan al igual que jugadores, entrenadores, aficionados... Lo que no se puede es colocarles reiteradamente en el centro de la diana, utilizarles como excusa en caso de derrota, dudar de su honestidad o alentar teorías conspiranoicas. Por más que se equivoquen, los árbitros no pitan premeditadamente. De esto se duda y la prensa cae en estas prácticas demasiado a menudo. Periodismo arbitral del malo.

Luego vienen los debates recurrentes sobre a qué equipo benefician o perjudican más, si tal equipo se puede o no quejar... Debates que a los que llevamos unos años consumiendo información deportiva nos agotan. Siempre la misma matraca. No es bueno ni para los árbitros ni para los receptores de programas deportivos. No solo eso, sino que alimenta y legitima la protesta maleducada de los aficionados y cuestiona la honestidad de los colegiados.

Si el nivel de ruido ya era alto, el 'caso Negreira' ha servido para justificar la duda, para alentar la sospecha y la teoría de la conspiración. Algunos ven en él la explicación del 'Villarato', promovido por el diario As de Alfredo Relaño y el forofo blanco Tomás Roncero. Entre otras cosas, este engendro absurdo cuestionaba los triunfos de un Barça excepcional durante el mandato de Ángel María Villar en la Federación Española de Fútbol. 

Ejemplos

Ejemplos hay muchos y muy variados. Desde la infame portada de Marca allá por 2007 "Verdugo Turienzo", cuando el colegiado señaló dos penaltis a favor del Racing contra el Real Madrid. Quedó como leyenda urbana que lo había puesto en la diana, pero no, en todo caso era una diana metafórica, como bien explicó La Libreta de Van Gaal. El colegiado llegó a presentar una denuncia por recibir amenazas vía telefónica

Desde la prensa madridista se recuerda frecuentemente la actuación del noruego Ovrebo en un Chelsea-Barcelona de semifinales de Champions, donde se reclamaron 4 penaltis a favor de los blues, que culminó con el célebre Iniestazo y el Barça en la final. También el papel del alemán Deniz Aytekin en la remontada culé en el Camp Nou (6-1) contra el Paris Saint Germain. Aquello motivó una canción de Alfredo Duro en El Chiringuito. Sobran las palabras.

También hay ejemplos desde la órbita culé. "El robo del siglo", tituló Sport tras el controvertido penalti de Benatia a Lucas Vázquez que dio el pase al Real Madrid en Champions frente a la Juventus. Menos recordado, pero también de trazo grueso, fueron las reacciones de la prensa culé tras un Barça-Getafe de 2010 donde los azulgrana acabaron con 9. Así las recogía La Libreta de Van Gaal

Otro episodio muy sonado fue el caso San Antonio. Después de que Martínez Munuera señalara penalti de Lenglet a favor del Real Madrid en un Clásico en el Camp Nou, el avezado reportero de Sport y tertuliano de Radio Marca Iván San Antonio viajó a la localidad natal del colegiado para demostrar sus supuestas conexiones con el Real Madrid. Al parecer su padre había fundado la peña madridista del lugar, algo que después se demostró falso e incluso obligó a Sport a rectificar por petición del padre del colegiado. Una práctica muy profesional, sí señor. 

Así seguimos y seguiremos, pues el VAR no ha hecho nada que no sea acrecentar la confusión. La prensa deportiva debería dejar a un lado de una vez las suspicacias arbitrales. Pero la polémica y el periodismo arbitral les gustan demasiado.


sábado, 27 de mayo de 2023

Grabaciones de audio: Balabolka

Existen muchos métodos de estudio para preparar unas oposiciones. Una vez una profesora nos explicó a grandes rasgos la asociación, pero a mí me resultó complejo y era más de usar la repetición. Machacar, machacar y machacar. Una vez estudiado, repasar cada cierto tiempo para que no se me olvidara. Es incontable el número de veces que debí haber repasado ciertas leyes a lo largo de tantos años. También es recomendable un estudio activo, es decir, hacer esquemas, tablas, cuadros sinópticos... no limitarse a leer el papel hasta aburrirte. Pero hoy explicaremos un poco las grabaciones de audio.

A mí en particular me costaba mucho memorizar y retener las listas con muchos apartados. No me quedaban y se me olvidaban fácilmente. Por eso empecé a copiarlas en un documento de texto y después se me ocurrió que podía intentar grabarlas. Los archivos de sonido también son un método recomendable para repasar sin tener que dedicar tiempo específicamente a ello. Yo solía ponerme las grabaciones de audio cuando salía a caminar, sé quien ha aprobado después de escucharlas en los viajes al trabajo en coche.

Yo utilizaba el programa Balabolka, descargado gratis de Internet. Hay diferentes idiomas y diferentes voces. Dentro de la pestaña SAPI 5 está el español internacional (Helena). Se puede ajustar el tono y la velocidad, quizá en este caso sea preferible que el sonido vaya un poco más lento, pero eso a gusto de cada cual. Copiaba el texto que quería grabar en el programa, guardaba archivo de audio como mp3 y listo. Luego se puede pasar a un reproductor de audio (móvil, mp3, mp4...) o escucharlo a través del propio ordenador con altavoces portátiles o BlueTooth. 

balabolka
Lo que sí solía hacer las primeras veces de cada audio era escucharlo delante del ordenador y viendo el texto en el monitor. Así combinaba sonido con imagen. Cuando veía que ya me iba quedando ya podía escucharlo fuera. Así conseguía retener listas interminables que de otra manera me resultaba imposible. En mi caso resultó bastante útil.

Las grabaciones de audio son un método más dentro del estudio activo. No te ayuda solo escuchar, sino que durante el proceso de copiar el texto y grabar los audios ya te va sonando algo, parecido a cuando haces un esquema o una tablaAl final tengo recopilados muchos cuadros en la nube y clips de audio seguro que más de 100. Es mi archivo de opositor. Espero que los archivos de sonido también os ayuden. ¿Qué métodos soléis utilizar para estudiar?

miércoles, 24 de mayo de 2023

El clickbait en la prensa deportiva

Cuando se habla del periodismo, ya no solo del deportivo, a menudo se hace referencia al efecto negativo que provoca el clickbait o clickbating. Pero, "¿qué es eso del clickbait?", os preguntaréis. Muy sencillo: es una técnica que consiste en crear en titulares llamativos (a menudo sensacionalistas) que ejerzan como gancho para captar la atención del espectador y así aumentar el número de clics y los ingresos por publicidad del medio de comunicación en cuestión. Para ello se suele apelar a la curiosidad o incertidumbre.

Hasta aquí podríais pensar que no tiene nada de malo, que simplemente es una técnica para aumentar las visitas a una noticia. ¿Nunca os ha pasado que cuando habéis entrado a una noticia por un titular llamativo el interior os ha decepcionado? ¿O que el contenido es mucho más suave y menos llamativo que el titular? Imagino que muchas veces. Probablemente estaríamos ante ejemplos de clickbait

La Libreta de Van Gaal, en uno de sus artículos de los miércoles en Jot Down, recoge una revelación de un periodista que pasó del papel a la web. Según él, los titulares en Internet deben ser ambiguos y desinformativos. ¿En serio? Se entiende que para generar incertidumbre y que el lector acceda en la noticia. Estamos llegando a un punto que ya es el colmo del esperpento.

El problema es cuando, para el medio de comunicación, la generación de tráfico web es más importante que el contenido periodístico de la noticia, que sea verídica y que aporte valor al lector. "Que la realidad no estropee un buen titular", frase tan manida como tóxica para el periodismo. Entonces, la búsqueda de visitas y los titulares llamativos están por encima del criterio periodístico que en teoría se debe aplicar a la hora de publicar una noticia en un sitio u otro y con un enfoque u otro. Esto es muy peligroso, no solo para la credibilidad del medio, sino para la propia prensa deportiva.

Clickbait y fichajes

El clickbait es una práctica muy extendida. Ocurre a diario. Es muy utilizada, por ejemplo, en materia de fichajes. Las noticias de fichajes suelen tener mucho seguimiento, y eso, a ojos de muchos periodistas, da carta libre para rebotar o hacer clickbait sin pudor. ¿Nunca habéis visto un titular del tipo "A qué equipo irá este verano X jugador"? Es un ejemplo claro de clickbait. Está omitiendo una parte de la noticia para generar curiosidad, no es más que un mecanismo psicológico de la menteAl lector le genera interés y clica, pero a menudo la noticia no cumple sus expectativas. Incluso puede que ni siquiera diga fehacientemente el equipo, solo especule. Es muy común que el titular haya exagerado el contenido de la noticia.

Parece que lo que más vende en el periodismo deportivo es la ilusión. Todos los diarios deportivos sacan portadas y portadas con posibles fichajes (casi nunca se concretan), sin embargo después el seguimiento del rendimiento de ese jugador (en caso de haberlo fichado) es netamente inferior. En la época de crisis económica de la prensa, el generar tráfico, audiencia, y en definitiva, dinero parece estar por encima de cumplir con los estándares más básicos del periodismo. En el mundo de las nuevas tecnologías y las redes sociales, el clickbait, mal empleado, es un elemento claramente tóxico para la prensa deportiva. 

Ejemplo de clickbait

Ejemplos de esta técnica hay muchos y muy variados, pero me voy a quedar con uno que he visto en un artículo de Jot Down. «La esposa del árbitro de la final del Mundial de Rusia sube la temperatura con estas fotos». Sin comentarios.

domingo, 21 de mayo de 2023

Prensa deportiva: nido de forofismo parcial

Ante la cerrazón creciente en los protagonistas del mundo fútbol, clubs y jugadores especialmente, la prensa deportiva está tendiendo a un exceso de la opinión en detrimento de la información. La opinión es un terreno que otorga mucha más libertad a los periodistas y donde pueden sacar a relucir sus filias, fobias, desmadres y exabruptos de cualquier tipo. Muchas tertulias, en lugar de analizar de forma sosegada e imparcial la actualidad, se han convertido en shows donde parece que se compite por decir la mayor barbaridad faltando al respeto a los demás contertulios si es preciso. 

En este barrizal, hay un elemento clave: la afinidad de los supuestos comentaristas por un equipo de fútbol, que a menudo condicionan sus opiniones hasta límites insospechados. En el perfil de cualquier tertuliano deportivo su primer rasgo es de qué equipo es, porque eso significará que tratará de determinada manera las noticias según a qué equipo afecten. Esto, el forofismo, está muy normalizado y me parece bastante triste. ¿Dónde están la independencia y la imparcialidad en la prensa deportiva?

No estoy en contra de que cada uno diga de qué equipo es. Cada cual es libre, faltaría más. Pero sí me importa que ese rasgo determine sus opiniones hasta el extremo y que le haga perder la supuesta indpendencia que se le supone a un periodista. Que se convierta en forofo portavoz de la afición de un equipo. Ejemplos hay de todos los colores, de todos los bandos. Si no que se lo digan a Cristina Cubero, subdirectora de Mundo Deportivo, y que cuando le preguntaron por las decepciones del Mundial, no se le ocurrió otra cosa que mencionar a Vinicius (para mí no estuvo tan mal) y a Toni Kroos, quien ni siquiera participó porque ya había renunciado a la selección alemana. ¡Qué casualidad, los dos del Real Madrid!

Otra de nota fue la de Tomás Roncero, redactor de As y forofo blanco donde los haya, que en sus pronósticos del Mundial anti Barça, anti Argentina y anti Messi no dio ni una. En el colmo del despropósito, su máximo goleador era Karim Benzema, que ni siquiera participó por lesión. Así seguimos y seguiremos. La batalla entre Barcelona y Real Madrid, las filias y fobias de cada cual, salta a todos los terrenos e inunda cualquier debate impidiendo cualquier reflexión sensata y razonable, que es lo que cabría esperar.

Tertulias de forofos, ¿es lo que quiere el receptor?

Parece que en la prensa deportiva de estos tiempos ir a una tertulia con una bufanda, alardear lo bueno de tu equipo y ofender al rival cuando pierde se ha convertido en una costumbre, que además permite hacerse un sitio en el mundillo a cualquier supuesto periodista. Ante el crecimiento de estos formatos, cabe preguntarse si eso es realmente lo que quiere el espectador, oyente, lector... En efecto, parece que los tertulianos forofos tienen un público y que dicen lo que dicen por contentarles y que les aplaudan. Los programas les contratan, tienen audiencia, publicidad y el negocio fluye. El periodismo deportivo se resiente.

Sin embargo, me niego a pensar que ese tipo de público sea mayoritario. Igual soy algo ingenuo, pero me niego a creer que la gente prefiera 'El Chiringuito' a 'El Día Después' de los buenos tiempos, por poner un ejemplo. En mi opinión, bajo el pretexto de que "esto es lo que interesa a la gente" se está imponiendo una prensa deportiva poco rigurosa, faltona y falta de argumentos. Donde la pasión y las voces priman sobre la reflexión sosegada y rigurosa. Y donde se atiende muy poco al análisis del fútbol. Me produce una enorme pena.

viernes, 19 de mayo de 2023

Mi vida de interino: experiencias para recordar

Cuando eres interino no tienes demasiada estabilidad, tu vida está sujeta a cambios, especialmente cuando ejerces en no vacantes de la Xunta y/o cuando tienes que modificar tu domicilio. En los primeros 15 meses de mi vida de interino en la Xunta pasé por tres puestos, y en los cambios de uno a otro hay sobre todo un par de experiencias dignas de recordar y que os pueden servir para que sepáis como funciona esto de las listas.

La suspensión confusa

Mi primera sustitución en la Xunta fue en verano de 2019. Entré en julio por una baja que acabó el 2 de septiembre. Ese día, un lunes, fue mi último día de trabajo. En octubre iba a ser el examen de administrativo del Estado que estaba preparando y quería no me volvieran a llamar para poder estudiar. Hay un mecanismo en las listas de la Xunta que lo posibilita: la suspensión. Ese mismo lunes 2 por la tarde me suspendí. Me generó un documento sellado, oficial y a priori válido. 

No obstante, no fui suspendido en las listas. Poco después me llegó una carta para citarme para un llamamiento presencial (a veces se hacía presencial, a veces por teléfono). Llamé para preguntar por qué me habían citado si estaba suspenso. Según el decreto, no te puedes suspender mientras estés ejerciendo un puesto, y aunque yo ya hubiese terminado, ese día trabajé y lo cobré. Por lo tanto, la suspensión no surtía efecto. Aún así, la aplicación de las listas seguía generando el documento, lo que inducía a engaño. Si lo hubiese sabido, me hubiese suspendido al día siguiente y no hubiese tenido ningún problema. Cosas de la Xunta.

Ante la amenaza de que me excluyeran dos años de la lista (ahora es uno), acepté el nombramiento. Eso sí, con la consiguiente reclamación y posteriores llamadas y recursos que no sirvieron para nada. Estuve alrededor de seis meses, fue un trabajo bonito y que sirvió para curtirme en algunos aspectos. Eso sí, suspendí el examen de administrativo del Estado en el supuesto. Y eso que la jefa, aún sin haber generado suficientes días, me dejó cogerme entera la semana anterior al examen. 

Pandemia y al paro

Precisamente la conclusión de mi etapa en ese puesto fue abrupta y no de la mejor manera. Es uno de los episodios que más marcaron mi vida de interino en la Xunta. Inesperadamente, de un día para otro, me quedé en el paro. Fue en marzo de 2020, un mes que permanece en nuestra memoria. Yo estaba cubriendo una baja por maternidad, a quien sustituía le habían concedido lactancia y vacaciones y yo tenía hasta mediados de abril. Para más inri, la semana previa al inicio del confinamiento había recibido una carta para citarme a un llamamiento presencial por la lista de la provincia de Ourense, que sería el lunes 16.

El sábado 14 se decreta el estado de alarma. No sabía si el llamamiento seguía en pie, llamé el lunes antes de ir, pero no me contestaron. Camino de Ourense, se me ocurrió parar en A Cañiza y volver a llamar. Ahí ya me dijeron que el llamamiento se había anulado. Volví a Vigo, donde trabajaba y ya había avisado que iría más tarde. No había casi nadie. En personal me trasladan que la persona a la que estaba sustituyendo, ante la instauración del teletrabajo, estaba valorando coger el alta y guardarse el mes que le quedaba. Esa idea se materializa y me voy al paro. Ni vacante en Ourense, ni puesto en el que me quedaba un mes en Vigo. En una sola mañana. Trances de la listas y de la vida de interino. Pero trances que sirven para aprender.

martes, 16 de mayo de 2023

Las listas de interin@s en Estado y Xunta

He trabajado como interino unos 3 años como auxiliar en la Xunta de Galicia y 6 meses en el Estado. Fruto de ello, para quien pueda interesarle, quisiera explicar cómo funcionan las listas de interin@s en ambas administraciones. También me gustaría transmitir algún episodio personal que me ha ocurrido.

Listas del Estado

Cada vez que concluye un proceso selectivo, el Estado elabora las listas entre los que se han quedado fuera. No hay una lista duradera que se actualice con los méritos, es una lista para cada proceso selectivoLas listas se estructuran por provincias y por cuerpos. Por defecto la provincia es la que se ha cubierto la inscripción de la oposición o, por decirlo más claramente, donde se ha realizado el primer examen. Es importante señalar que la provincia se puede cambiar. Antes había que enviar un correo electrónico al INAP, ahora hay que solicitarlo mediante el Espacio del Opositor. El cuerpo es al que se ha aspirado en la oposición. 

Las listas las elabora la CPS (Comisión Permanente de Selección), pero la gestión (incluidos los llamamientos) es competencia de las subdelegaciones provinciales. En teoría deberían estar colgadas en papel en las mismas. Por mi experiencia, el problema es que no se actualizan con los llamamientos, solamente se cuelga la primera lista. Al menos esto pasaba en Madrid cuando yo estuve. En Internet, al menos que yo sepa, no están disponibles. Todo muy arcaico, sí. Renunciar a un nombramiento implica la exclusión de la lista. El personal de recursos humanos de las subdelegaciones se encarga de los llamamientos y se suelen dejar unos días para incorporarse. Para más información se puede consultar la resolución que las regula.

Me cambié de provincia de Pontevedra a Madrid después de un suspenso en auxiliar del estado, me llamaron al poco tiempo y estuve 6 meses en el Instituto de Salud Carlos III, junto a las cuatro torres de Chamartín. Era un exceso o acumulación de tareas (art 10d TREBEP). Por aquel entonces, el plazo máximo eran 6 meses en un periodo de 12. Recientemente lo han cambiado y son 9 meses en un periodo de 18. Fue mi primera experiencia como funcionario, era un lugar tranquilo sin atención al público.

Listas de la Xunta

El funcionamiento de las listas de interin@s de la Xunta es un poco más complicado. Es una lista única para cada cuerpo (según el decreto 37/2006) que se actualiza de oficio por dos motivos diferentes. El primero: la culminación de un proceso selectivo, que es el primer mérito que se tiene en cuenta; el segundo, una vez al año sobre febrero, con los puntos obtenidos por haber trabajado ese año y por haber aceptado y finalizado correctamente los llamamientos que se hayan tenido. De los procesos selectivos se valoran los ejercicios superados y las calificaciones. 

El máximo de puntos acumulables por cada mérito es: 40 por ejercicios de oposiciones, 20 por servicios prestados como interin@ y 4 por llamamientos. Las listas se estructuran por los llamados ámbitos, que son las cuatro provincias más servicios centrales (Santiago). Antes solo se permitía estar en tres ámbitos, recientemente se han ampliado a ocho. La renuncia se penaliza con un año de exclusión de la lista.

Vacantes y no vacantes

A continuación explicaré lo más complejo de las listas de interin@s de la Xunta, donde verdaderamente está el meollo: los puestos no vacantes y los vacantes. Los no vacantes son las sustituciones por bajas médicas, maternidad/paternidad... normalmente de duración corta. Los no vacantes son los puestos que quedan libres en un momento dado y se cubren con interin@s mientras no se ocupen definitivamente por concurso u oposición. Por ejemplo, cuando hay una jubilación o una renuncia. 

Cuando, como interino, te inscribes en un ámbito de una lista, tienes una columna de no vacantes y otra de vacantes. Los no vacantes son más puestos y menos valorados, por lo tanto siempre vas a estar más arriba en la columna de no vacantes. Es decir, te van a llamar primero para una no vacante. Entonces, ¿cómo se accede a una vacante? Cuando estás ocupando un puesto no vacante, continúas en la lista de vacantes, normalmente vas subiendo y te pueden llamar en lo que se conoce como "mejora de empleo". 

Por lo tanto, te interesa que la sustitución de la no vacante dure más no solo por seguir trabajando, sino para tener la opción de que te llamen para un puesto mejor. Esto tiene su inconveniente: para una sustitución de, por ejemplo, 6 meses, pueden pasar tres o cuatro personas diferentes porque las llaman para vacantes y obviamente aceptan. Estuve en tres puestos no vacantes y cuando llevaba tres meses en el tercero, además en un pueblo pequeño y alejado, me llamaron para una vacante más cerca y estuve algo más de dos años. Una vacante, aunque no sea fija, suele ser más duradera y te proporciona mucha más estabilidad. Para conseguirla hay que perseverar y tener suerte.

Cualquier duda en relación a las listas podéis preguntarla en los comentarios.

viernes, 12 de mayo de 2023

Versiones y rebotes, prácticas habituales en la prensa deportiva

Contrastar con al menos dos fuentes debería de ser una práctica esencial en el periodismo, explicábamos en el anterior post. Pero esto nos lleva a otra disyuntiva: ¿qué hacer con una información de una única fuente fiable, que tiene muchos visos de ser real y que no se puede confirmar? No se debería de publicar, pero se puede entender que al periodista en cuestión le fastidie no sacar rédito de algo en lo que ha trabajado. Este es uno de los supuestos donde entra en juego una práctica muy extendida en la prensa deportiva: las versiones.

Ante la dificultad para contrastar la información, algo que los medios deportivos hacen muy a menudo es contar las versiones de los protagonistas y dejar que los receptores saquen sus propias conclusiones. Ya sea dándoles voz mediante entrevistas o mediante noticias relatadas por el reportero. Es decir, no pueden publicar que algo ha pasado pero sí que el protagonista dice que ha pasado. Por poner un ejemplo ya citado, en el caso del no fichaje de Mbappé, consistiría en contar: "El Real Madrid piensa que Mbappé vendrá este verano" en vez de "Mbappé será blanco este verano". Es un matiz que tiene su importancia.

Como consumidor de información deportiva, recibo a menudo versiones y me parece que son lícitas, pero que entrañan ciertos riesgos y y los periodistas deben tener cuidado. Por ejemplo, cuando dan voz a una versión que es descabellada y no tiene ningún indicio de realidad. También cuando solo se da la versión de una parte y, muchas veces repetida, puede conducir a error. Creo que la línea es difusa y, los periodistas, me temo que muy a menudo inducidos por el "tirar para adelante", deberían de tener más precauciones de las que tienen.

Los rebotes: lo repetido una y mil veces

Otra práctica muy habitual en el periodismo deportivo (en otros sectores creo que también) son los rebotes. No deja de ser una variante de las versiones, pero en este caso la versión es de otro medio de comunicación. Es decir, contar una supuesta exclusiva procedente de otro medio tal cual ese medio la publica (citando, por supuesto). Antes de reproducirla sería deseable tratar de contrastarla y, si no es posible, analizarla y valorar su fiabilidad. 

Está claro que no se puede considerar una mala práctica, pero suelen ser informaciones de mucho impacto y mucho recorrido, que muchos medios rebotan y que los receptores, al verlas tantas veces en tantos medios distintos, pueden dar veracidad sin más. Por no hablar del perjuicio causado al interesado si es una información negativa. Por lo tanto, se puede inducir a error a los receptores y luego la información exclusiva del medio original no ser verídica. Por todo ello, antes de difundir se deben valorar los riesgos.

Es habitual que este tipo de informaciones provengan de medios extranjeros, por ejemplo en materia de fichajes. Este tipo de noticias a menudo después no se suelen cumplir, pero los fichajes generan multitud de clics (del clickbait hablaremos en otra ocasión). Hay que tener en cuenta que a veces las fuentes juegan con los periodistas, transmitiéndoles algo porque saben que lo contarán y le será de utilidad para, por ejemplo, su negociación en un fichaje. Esto no es una excusa para los periodistas, sino una práctica que les obliga a extremar las precauciones.

¿Qué pensáis vosotros? ¿Dónde está el límite entre las prácticas lícitas e ilícitas?



martes, 9 de mayo de 2023

El ABC del periodismo: contrastar, contrastar y contrastar

No pretendo ser ningún gurú de nada, de hecho ni siquiera he estudiado Periodismo, sino su carrera hermana Publicidad y Relaciones Públicas, también de la rama de la comunicación. Sin embargo, hay cosas que son tan evidentes que no debería de hacer falta ni decirlas. Pero sí que hace falta. Y mucha. Se supone que la diferencia entre una información que sale en un medio de comunicación de la que pueda transmitir cualquier persona es que está debidamente confirmada y es veraz. Digo se supone, porque en realidad eso se está perdiendo. Si no es que se ha perdido ya. Es tan simple que debería de ser el ABC del periodismo, pero me temo que hoy ya se ha convertido en una práctica en desuso.

La proliferación de gran cantidad de medios de comunicación ha provocado una cerrazón de buena parte de protagonistas de la prensa deportiva. Esto ha generado una creciente uniformización de la información (todos los medios de comunicación cuentan más o menos lo mismo, la única diferencia reside en cómo lo cuentan), mayor dificultad para obtener noticias y, por extensión, que los periodistas cada vez se den por satisfechos con menos fuentes para dar veracidad y transmitir una información. 

Si en cualquier manual de periodismo se habla como mínimo de dos fuentes para trasladar una noticia con rigor, ahora muchos periodistas deportivos cuentan con frecuencia supuestas exclusivas con una única fuente, y, no contentos con ello, se vanaglorian. Luego, muy a menudo, la realidad les desmiente y encuentran excusas en cualquier factor externo. "Me han engañado", suelen clamar. Sí, te han engañado y tú te has dejado engañar al no contrastar.

El ridículo de Mbappé

El filtro se está perdiendo. Esto fue especialmente grotesco con la no llegada de Mbappé al Real Madrid el pasado verano. Toda la prensa deportiva española sin excepción daba por hecho el fichaje del crack francés por el club blanco. Incluso daban detalles de su presentación y de su nuevo contrato como madridista. Cuando se consumó su renovación por el Paris Saint Germain, alguno admitió que su única fuente era el Real Madrid, cuyo presidente estaba absolutamente convencido. 

Al parecer, la visión de una única parte en una operación, al menos, a dos bandas, les pareció suficiente. "Es una fuente, pero una fuente muy buena", vino a reconocer Juan Antonio Alcalá en alusión al presidente Florentino Pérez. No solo eso, sino que, ante las críticas fundadas de otros sectores del periodismo (por ejemplo Juan Pedro Valentín), se hacen los ofendidos y llaman a no reprochar nada a quien está haciendo su trabajo al pie del cañón aunque se la cuelen. No, los receptores de información tienen derecho a recibir información veraz. No lo digo yo, lo dice el artículo 20 de la Constitución (para algo había de servir opositar).

Mientras los periodistas deportivos se conformen con una única fuente, mientras no levanten el teléfono para contrastar noticias, mientras sigan publicando informaciones ante la imposibilidad de contrastar con una segunda fuente, seguiremos viendo noticias que no se cumplen, fichajes que finalmente no llegan  y supuestas exclusivas que al final quedan en nada. Eso sí, no os preocupéis: cuando acierten siempre dirán "Tal y como adelantó Fulanito en el medio X", pero cuando se equivoquen nunca rectificarán y siempre le echarán la culpa a los demás y no a que no han contrastado la información. Así es, y me temo que así seguirá siendo. No es tan difícil, es el ABC del periodismo: contrastar, contrastar y contrastar.

sábado, 6 de mayo de 2023

Mi vida de opositor (III): vuelta a la Xunta, pandemia y aprobado

Después del último suspenso en administrativo del Estado, era un momento de replantearse la situación y tomar decisiones. En ese momento estaba trabajando de interino a través de las listas de la Xunta, no había convocatoria del Estado en ciernes y estaba abierto el plazo para plazas de auxiliar y administrativo de Xunta (en modalidad concurso-oposición). Haré aquí un inciso: en las listas de la Xunta únicamente se computa la puntuación del último proceso selectivo, de manera que, una vez se resuelve, a los que no hayan participado se le quitan los puntos obtenidos en oposiciones anteriores. Era mi caso, durante 2019 hubo exámenes de Xunta a los que no opté al estar preparando Estado. 

Quería seguir trabajando en la Xunta (al menos mientras no aprobara), así que me convenía acudir y aprobar el primer examen, aunque no consiguiera plaza. Después de la primera vez, me había prometido no volver a la Xunta, pero, en esa tesitura, reconsideré mi decisión. "Nunca se puede decir de este agua no beberé", como reza el refrán. Volví a la academia, a las leyes coñazo de Galicia y a los tests con preguntas enrevesadas. En esas estaba cuando en marzo de 2020 pasó lo que todos sabemos: la pandemia y el confinamiento

Consecuencias de la pandemia

Me quedé sin mi trabajo de interino por un episodio que en otro post relataré, por la incertidumbre y el miedo me suspendí en las listas y estuve cerca de tres meses cobrando paro, la academia detuvo su actividad y le dediqué horas en casa por mi cuenta. De hecho, creo que en esos meses construí el grueso de mi preparación para el examen teórico. A todo esto, se presuponía que el examen sería en primavera, pero todo quedó paralizado

Cuando llegó la desescalada en junio, reanudé mi solicitud de las listas y me llamaron, pero de otra provincia y obligándome a buscar piso en otro sitio. Ya en septiembre pude volver al conseguir otro puesto cerca de casa. En verano se habían reanudado las clases de la academia en formato online. Yo seguía estudiando y finalmente el examen teórico fue en junio de 2021. Aunque al estar trabajando la preparación no puede ser tan buena y las preguntas de Xunta son muy liosas, en una lluviosa mañana de domingo en Silleda pude superar el corte y pasar al segundo examen

Otra vez ante mi gran obstáculo, el temido ejercicio de informática, esta vez, para más inri, informática de Xunta. Doble salto mortal. En esta ocasión el examen era sin ordenador, lo que podría implicar que las preguntas fueran más teóricas y eso me venía bien. Entraban solamente los dos programas de LibreOffice: Writer y Calc. Eran 40 preguntas y una hora, así que esta vez el tiempo no supondría un problema. A diferencia de otras veces, esta vez Xunta hizo público el corte de antemano: 20 preguntas de 40. Eran 320 plazas incluid@s discapacitad@s y habíamos pasado al segundo examen casi 3000 candidat@s. Sabiendo esto, nuestro preparador de informática nos dijo que pensaba que no sería demasiado difícil: tendrían que tener opositores suficientes para aprobar y para las listas.

Fuimos a Silleda la tarde del martes 28 de septiembre de 2021. Las predicciones optimistas quedaron hechas añicos. El examen volvió a ser dificilísimo, comparable a aquel otro del ya lejano 2016. Enlazo enunciado y plantilla de respuestas por si le queréis echar un vistazo. Mi conclusión: aprobar informática de Xunta tiende a imposible. Para empezar, de las 40 preguntas solo había 8 de Writer por 32 de Calc. Eran muy rebuscadas y exigían un conocimiento absoluto del programa. Parecía que no querían que aprobara nadie. Después de las anulaciones y correcciones pertinentes, 436 opositor@s alcanzaron los 20 aciertos, yo me quedé con 16,75 empatado con más personas en el puesto 727. Tal y como fue el examen, no estuvo mal y me permitía sumar puntos del primer ejercicio para la lista, pero de nuevo, una vez más, me quedaba a las puertas de mi ansiada plaza.
 

Vuelta a auxiliar del Estado: ¡por fin!

En mayo había salido la convocatoria del Estado y me había apuntado. Dado que aún estaba con Xunta e iría justo de tiempo, me decanté por auxiliar y no por administrativo. Esta vez tenía una novedad muy positiva para mí: habían eliminado el segundo ejercicio de informática práctica y habían incluido más temas en informática teórica. Dos semanas después del examen de Xunta, ya en octubre de 2021, me puse a estudiar por mi cuenta y apuntes antiguos. Más que estudiar repasar, porque ya había visto casi todo el temario. Sinceramente, al principio era muy pesimista porque mi preparación era muy corta, más estando trabajando y teniendo en cuenta que el examen sería en febrero de 2022. Me puse las pilas, pero aún así no pude repasar como quisiera y apenas practiqué psicotécnico. Mi prioridad fue informática teórica. 

Así fue como llegué el sábado 12 de febrero al campus de la universidad de Vigo, aún con restricciones Covid vigentes. No hice un gran examen, de hecho cometí varias meteduras de pata en el psicotécnico, pero fue suficiente para aprobar. Mi 45'33 en la primera parte y 34'33 en la segunda superaron los cortes de 42'66 y 32, después de las correcciones. La extensa base que tenía contribuyó enormemente. Finalmente quedé en la posición 494 de las 592 plazas sin contar discapacitad@s. Bastante abajo para elegir destino, pero objetivo cumplido de una vez por todas. Así fue cómo se dio la paradoja: una de las veces que fui peor preparado, solo con tres meses, sin haber ido a la academia, fue la buena. Sin duda, visto con perspectiva, haber suprimido el segundo ejercicio de informática práctica resultó clave. Sí, por fin, ya era FUNCIONARIO DE CARRERA.

miércoles, 3 de mayo de 2023

Mi vida de opositor (II): intentos fallidos en el Estado

Después de la primera experiencia en la Xunta y dado que el examen de auxiliar del Estado me había parecido ideal para mis cualidades, presenté la instancia para el año siguiente. De hecho, fui compaginando la preparación de informática de Xunta con la del Estado. En esa ocasión creo que fue cuando mejor preparado fui a un examen. Fue en febrero de 2017, solo dos meses después de informática de Xunta, en la Universidad de Coruña.

Me parece que fue el mejor examen que hice y la nota fue acorde: quedé el número 29 de España. Ese día todo fue alegría y felicitaciones, pero quedaba el paso que yo aún desconocía y que supondría el siguiente escollo. Sí, otra vez: el temido segundo examen de informática, esta vez en Madrid. Constaba de tres partes: un texto para transcribir en mecanografía (20%), un documento de Word para completar igual que el modelo (50%) y 20 preguntas de Excel (30%). El principal problema era el tiempo: solo media hora. 

Visto con perspectiva, pienso que no acerté con la estrategia, el tiempo se me pasó volando y suspendí. Mi nota fue de 40'08 y el corte estuvo en 45'88 (sobre 100). Las notas tan bajas se deben a que el tiempo era muy escaso para completar los ejercicios. En este tipo de exámenes tan rápidos los nervios también suelen jugar malas pasadas. El examen fue en mayo, y en junio supe que esta vez también había salido cruz. No me rendiría tan fácilmente.

2º intento en auxiliar del Estado

En ese momento quise subir un escalón y empecé a preparar administrativo. Volvían a sacar plazas muchos años después. No obstante, la convocatoria de administrativos también incluía examen de informática, además de mucho más temario que auxiliar (la temida Ley de Contratos, por ejemplo). Un problema de salud me impedía acudir a las clases con regularidad. Por todo ello dejé la academia y regresé a auxiliar. El primer examen fue en mayo, también en Coruña. No fue tan bien pero pasé los cortes con holgura. 

De nuevo me enfrentaba al segundo examen de informática en Madrid. Era septiembre, hacía calor. Ajusté los defectos del año anterior, estaba menos nervioso, sinceramente creí que era la definitiva. Pero tampoco: el examen había sido más fácil y el corte subió. Obtuve 51'29 y el corte estuvo en 53'19. Me quedé fuera por los pelos. Mi plaza tendría que seguir esperando. En todo caso, se demostraba que la velocidad no es mi fuerte. Aquel suspenso supuso una gran desilusión. Tres procesos selectivos, tres KOs en informática.

Después de aquello, una excompañera opositora de informática de Xunta me habló de las listas de interinos del Estado. Yo, al haber suspendido el año anterior, estaba en la provincia de Pontevedra, pero no me habían llamado. "Tengo una amiga trabajando en Madrid, si te cambias de provincia, te llamarán", me sugirió. Le hice caso y a las pocas semanas me llamaron. En el puente de diciembre de 2018 me fui a Madrid y, después de tanto tiempo desempleado, volví a tener trabajo. Lástima no haberlo sabido antes. No me quiero extender mucho más, dedicaré otro post a mi experiencia en las listas de interinos.

Salto a administrativo

Entonces sí me decidí a dar el salto a administrativo. Volví a la academia, aunque los seis meses que estuve en Madrid fui estudiando por mi cuenta. No obstante, el grupo empezó tarde, no pudimos preparar demasiados supuestos y la parte de administrativo que no entraba en auxiliar (sobre todo financiera y contratos) me pareció particularmente difícil. Fui a hacer el examen a Madrid para saludar a mis excompañer@s de trabajo y, en otro día de muchos nervios por el atasco al entrar en Ciudad Universitaria, superé el corte de la parte teórica pero no el del supuesto. De 20 preguntas, tuve 11'66 y el corte estuvo en 12'33. Por poco, pero no pasé al segundo ejercicio. Fue la primera y única vez que no aprobé el primer examen. Las notas salieron en diciembre de 2019. Fue duro y tocaba volver a plantearse por dónde tirar.

P.D.: los cortes de los distintos procesos selectivos de auxiliar administrativo se pueden consultar en el INAP

Novedades en función pública... y en mi trabajo

Durante las últimas semanas está habiendo bastantes novedades en lo que se refiere a la Función Pública de la Administración General del Es...